Ya han pasado 3 años justamente de su gobierno, y las promesas de campaña no se han visto cumplidas en lo que va del mandato de López Obrador. Han sido cientos y cientos de promesas que han quedado en el olvido: sólo les da largas, escusas, o simplemente presenta argumentos falsos a la gente que lo escucha. Para él, y su decadente forma de gobernar, todo hasta la fecha está muy bien, pues «el pueblo está feliz». Es cierto que toda esta forma de proceder utilizando la mentira y la demagogia ya son muy propias del sistema político mexicano, pero es más cierto que con AMLO se ha llegado al extremo en el cinismo de mentir y manipular la información para controlar a la población.
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